Luego de la elección ANEF, mediante la cual obtuvo la Presidencia de esa importante confederación sindical, José Pérez Debelli, actual Presidente ANFDGAC, plantea su punto de vista sobre aquella elección y la forma en que enfrentará el próximo período dentro del Directorio Nacional ANFDGAC además de contar sobre los principales puntos que hoy la Directiva está trabajando en materia de Carrera Funcionaria y Demanda Previsional. 

por Área de Comunicaciones 

¿Cómo recibió su elección como Presidente ANEF? 

JP: Con mucha alegría porque recibí el apoyo por segunda vez. Tuve una alta votación porque el 2016 fui él más votado de los candidatos, sin embargo, nuestra lista no tuvo los votos para poder cumplir ese binomio que determina el cargo, porque según el estatuto el Presidente de la ANEF es el candidato más votado de la lista más votada. Y en este caso se dio, y soy el Presidente de la ANEF por tres años y es un desafío que viene de la mano con la alegría. 

¿Hacia donde apunta ese desafío?

JP: Es un desafío que implica primero una relación más horizontal entre pares, entre nuestros compañeros y compañeras, dirigentes nacionales electos unos por primera vez, algunos ya en el recambio y también que tienen experiencia siendo dirigente de nuestras propias organizaciones de base, dirigentas y dirigentes nacionales de la ANEF. Buscamos en este período de organización, lograr una horizontalidad en el tiempo de que si hay diferencias que esas diferencias se expongan en su justa medida y en su espacio democrático,  nosotros tenemos que abrir las puertas de la ANEF a todos los funcionarios y funcionarias y abrir los espacios para asociaciones sindicales hermanas, movimientos sociales y asumir el trabajo de esas organizaciones que ya tienen recorrido. Nosotros disponemos de nuestra presencia, nuestra infraestructura, nuestra mirada del país y del mundo para poder defender lo que tenemos y hacer los cambios que requieren las y los chilenos, un mejor país, más inclusivo, más igualitario, menos desigual, que apunte a mejorar nuestras condiciones de vida, la ANEF tiene que recuperar esta visión sociopolítica. 

¿Cómo logrará compatibilizar ambos cargos dirigenciales?  

JP: Este período es de instalación, yo ya asumí como Presidente ANEF y es bastante más demandante, son más de 70 mil afiliados y afiliadas, y entiendo que hay que ser mucho más responsable en este trabajo sindical. Este primer trimestre vamos a ver cómo nos va, pero yo me quedo en el directorio, no me voy a ir, este es mi arraigo laboral, es en la ANFDGAC donde yo tengo mi proyección en lo personal. No tengo interés en alejarme de la Dirección de Aeronáutica Civil. 

Dentro de los temas más relevantes, en este nuevo proyecto sindical está la Carrera Funcionaria. ¿Podría comentarnos como avanzan las gestiones a ese respecto? 

JP: En eso vamos a poner énfasis en este período. Somos más de 4 mil personas las que trabajamos en la ANFDGAC y cada uno debería tener una asignación como cargo particular. La idea sería que no te quedaras  pegado 20 o 25 años para tener una mejoría económica, o mendigar que la autoridad te regale un grado o te suban el sueldo, eso es impresentable y es lo que pasa actualmente.  Para los tiempos que vivimos, hay que replantear este tema con todas las fuerzas vivas que tenemos. Los colegios y las asociaciones tenemos que dar el ancho para poder, de una vez por todas, cuando nos sentemos como bloque frente a  la contraparte, a la autoridad de la ANFDGAC, hacerle entender que nosotros no podemos esperar más análisis y revisiones. 

Sobre la demanda internacional, ¿cuáles son las últimas novedades? 

JP: Está en revisión por la Comisión Interamericana, que viene siendo el filtro antes de la Corte.  La última vez cuando nosotros recurrimos, la comisión respondió en 7 meses. Pero no hay que perder de vista que esta acción sindical visibiliza en el mundo la necesidad de recobrar la dignidad profesional para la DGAC. En ese sentido,  estamos esperando que se resuelva la primera etapa en la Comisión Interamericana, porque si bien cuando dice la comisión está ok sube a la corte, pero no sabemos cual podría ser el curso porque no hay ninguna experiencia comparada. Solo hay casos similares relativos a derechos humanos, temas territoriales entre pueblos originarios, alguna que otra situación de carácter político, pero no hay otro caso como el nuestro en otro país del mundo donde la justicia no pudo avanzar porque intercedió el contralor general. De modo que nosotros esperamos de que internacionalmente se respete al poder judicial, nuestro fallo favorable de la Corte de Apelaciones de Santiago. En ese sentido, yo siempre digo que Chile nos quedó chico. Sabemos que hay un fallo que debe cumplirse y esperamos que la justicia internacional sea la llamada a exigirlo.