¿Cuál es su perspectiva de la institución?
Miguel: Estuve 23 años en Miguel Claro y en una destinación reciente, mayo del 2018 fui trasladado al Aeropuerto, lo cual me tomó por sorpresa. Nunca antes había sido destinado así, fue un cambio radical de funciones y de ubicación. En Miguel Claro cumplía funciones relacionadas con los Recursos Humanos, y ahora estoy de jefe de personal del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, el principal aeropuerto del país, y he tenido la oportunidad de aprender cosas nuevas, cosas del área de personal que nunca antes vi. En mi trayectoria siempre me dediqué a administrar una base de datos y a estar vinculado al sistema de calificaciones institucionales, entonces a eso me dedicaba, básicamente. Antes de mi destinación, era Jefe de la Sección de Administración de Personas que tenía varios temas, muchos de ellos de índole estadístico, cálculo de datos de registros, ese tipo de cosas. Y en el aeropuerto veo cosas, completamente, diferentes. Sin embargo, en Septiembre me tocó apoyar la Junta Calificadora, me tocó ser secretario de la junta calificadora central, pero ha sido súper gratificante que a uno lo llamen significa que el trabajo que uno hace no es tan malo, y volver a ser dirigente a mí me representa un particular desafío.
Anteriormente, fue Dirigente de la Regional Metropolitana. ¿En qué períodos?
Miguel: Del 2010 al 2012. En la Base Metropolitana fui uno de los directores y después fui Presidente.
¿Cómo fue ese proceso dirigencial?
Miguel: Yo más que nada busqué acercarme y conocer las unidades. De hecho en esas instancias, fue la primera vez que tuve contacto con el área cooperativa. Yo era una persona que siempre trabajaba en el área administrativa en el edificio central y no siempre se tiene la oportunidad de conocer un cuartel CI así que busque acercarme a las unidades. Tenía un mal concepto de lo que era la Quinta Región Costa, en un momento le dije a otros colegas dirigentes que fuéramos a recorrer la región y eso nos permitió medir que a la gente le encanta que uno lo vaya a ver. Además del correo electrónico, de las redes sociales, les gusta la presencia. Porque hay cosas que los funcionarios no plantean por correo porque no tienen la facilidad de escribir, o porque son cosas muy particulares, muy delicadas. Entonces, uno debe ponderar lo valioso que es el contacto personal. Y eso, lo he tratado de mantener también en mi aspecto laboral. En ese tiempo no lo tenía tan internalizado, pero a partir de esa experiencia incorporé esa parte.
¿Cuáles son los principales temas a su juicio que debieran ser atendidas por la Directiva Nacional durante este período?
Miguel: Yo creo que, básicamente, la equidad de los funcionarios. La DGAC en general es un buen servicio, es un excelente servicio. A los colegas, que vienen llegando les digo que la DGAC está al margen de las vicisitudes políticas. Cuando un director general llega, a nadie le preocupa, porque el director llega con su equipo reducido y no hay ningún cambio de director de departamento. No pasa nada, con un cambio de gobierno tampoco. Sin embargo, el servicio es paternalista, entonces la idea dirigencial en ese sentido es ampliar la visión de la autoridad y ser un ente participativo, colaborativo en la gestión de las decisiones también, participar de proyectos largamente acariciados por los funcionarios como es la propia carrera funcionaria, que avanza a pasos lentos, pero no a la velocidad que uno quisiera en donde uno de los temas centrales de la carrera funcionaria es la evaluación del desempeño. Un tema que trabajé durante tantos años, y creo que en algo puedo aportar por ahí.
¿Qué fue lo que más observó?
Miguel: Desconocimiento de los precalificadores, no atreverse a hacer lo que tienen que hacer cuando tienen que hacerlo.
¿Cuál es su opinión sobre la demanda internacional en materia de previsión?
Miguel: O sea, yo siempre he creído en la ANFDGAC y estoy en la demanda a pesar de algunos comentarios denostativos. La verdad, es que yo sí le encuentro sentido. Se ha llegado a un punto increíble, algo que nadie pensaba que se iba a llegar. Nos enfrentamos con el Contralor que resolvió él mismo defenderse, llegar al Senado. Yo pienso que esto va a terminar bien y que las dirigencias anteriores, han sido cautas en no generar una expectativa inmediata. Hay un derecho que no está conculcado y Chile ante el mundo siempre se plantea respetuoso de los derechos, de los acuerdos y de las libertades ciudadanas.